El cine de Steven Spielberg tuvo un impacto muy fuerte en mi infancia. Me cagaba de miedo con el velociraptor enjaulado en la primera escena de Jurassic Park y me maravillaba con la comida invisible de los Niños Perdidos en Hook. Pero es Inteligencia Artificial a la que vuelvo constantemente estos días conforme los robots domésticos se acercan a la realidad. Así que hablemos de ellos —y de lo cerca que están de cambiar nuestra forma de vida—.
🚀 Esto es WATIF. El resto es historia.
Desde la película Metrópolis al videojuego Detroit: Become Human, la ficción ha sentado las bases de lo que como sociedad esperamos de los robots: que limpien la casa, que cocinen, que mantengan sexo con nosotros.
(Lo siento, los robots sexuales serán una realidad sí o sí, como ya adelantaba el personaje de Jude Law en Inteligencia Artificial).
La pregunta es: ¿cuánto tardará en llegar ese robot humanoide asistencial que deambule por nuestros hogares haciendo todo lo que querríamos dejar de hacer? ¡No demasiado! La horquilla que más he escuchado por parte de quienes más saben es la de los 5-10 años. Y sí, ya sé que parece que todas las tecnologías increíbles del futuro se mueven en ese mismo margen de tiempo. Que si los coches autónomos, que si aterrizar en Marte. Pero se demoren o no, las compañías que lideran esta industria incipiente lo tienen claro.
«La era de la robótica generalista está aquí», dijo hace un par de semanas el fundador y CEO de Nvidia, Jensen Huang, sobre ese robot que será capaz de ayudarnos con casi todo.
Nuestro nuevo compañero de vida.
La incógnita es saber qué marcas que fabricarán los robots que querremos tener en casa. Estos días, laboratorios de robótica de compañías como OpenAI, Google o Microsoft aceleran en secreto el nacimiento de esta nueva era que se avecina.
En el pódcast de esta semana, hablamos con Carlos Santana, aka DotCSV, youtuber referente en inteligencia artificial que acumula ya más de 800.000 suscriptores en esa plataforma. Con él, exploramos los avances recientes de IA que pueden desbloquear el siguiente nivel de los robots domésticos o qué debates éticos plantean su comercialización, pero sobre todo: a qué desafíos se enfrentan.
Los 3 retos de la robótica
A inicios de los años 40, el escritor de ciencia-ficción Isaac Asimov ideó tres leyes para los robots que se resumen en que tienen que obedecer nuestras órdenes sin hacernos daño a nosotros o a sí mismos.
Para cualquier amante del sci-fi, estas leyes son la base mínima para evitar una rebelión de las máquinas, a lo Terminator. Pero en realidad sirven también para entender mejor los desafíos que ahora mismo enfrentan quienes quieren llevar la robótica doméstica a nuestras casas.
El otro día entré en videollamada con José Carlos Castillo, profesor del Robotics Lab de la Universidad Carlos III de Madrid, mientras buscaba cobertura por un parque sosteniendo mochila, ordenador y un café. Todo ese equilibrio habla bien de la versatilidad que tiene un ser humano para hacer varias cosas al mismo tiempo con una mezcla de capacidad sensorial (vista, oído, tacto) que me permitió encontrar el sitio perfecto para charlar tranquilo con mi entrevistado.
De hecho, José Carlos señaló mi café en vaso de papel para entender mejor tres retos clave para los robots generalistas:
Primero: el hardware no está ahí. Los robots todavía no se mueven todo lo bien que hace falta, tienen dificultades para superar obstáculos complejos y sus manos carecen de la destreza de las de un ser humano. Piensa en la diferencia entre coger un vaso de cristal y un vaso de papel. Un robot tiene manos robóticas (jeje); un poco más de presión o un movimiento menos fluido de lo que toca puede acabar con el café hirviendo desparramado en el suelo.
Segundo: el software ha logrado avances significativos en estos últimos años, especialmente gracias a la IA, pero nuestro mundo es frenético e imprevisible y los robots todavía no reaccionan tan rápido como para evitar catástrofes involuntarias. Piensa en ese café hirviendo que termina en la cabeza de un niño que justo pasa corriendo.
Tercero: el precio. Los robots tan espectaculares que vemos hoy en día, como este de Figure, cuestan decenas de miles de euros. Quizá llegue un punto en el que estemos dispuestos a comprar un robot doméstico tal y como compramos un buen electrodoméstico o un coche, pero todavía queda.
La tecnología avanza imparable, especialmente en campos como la IA o la visión por computador, de ahí el optimismo de tantos expertos. Pero hay una diferencia muy interesante entre lo que opinan Dot CSV y José Carlos sobre lo que viene:
Dot CSV cree que los primeros robots domésticos de gran uso serán generalistas tal y como lo ha sido ChatGPT —y que luego aparecerán otros casos de uso más concretos.
José Carlos lo cree al revés. Veremos robots con labores específicas como la Roomba, ese robot aspirador superventas, antes de un robot humanoide que lo hace todo.
Sea como fuere, de la genialidad de ingenieros y desarrolladores dependerá que los robots vivan entre nosotros dentro de poco. La pregunta es si estaremos preparados para ello o si tendremos que adaptarnos a marchas forzadas como ocurre estos días con la IA generativa que todo lo cubre. Asimov: «Vuelve, por favor».
Notas del redactor
De todo lo que he leído para esta Big Story, este artículo de MIT Technology Review sobre los robots es de los más interesantes que me he cruzado.
Creo que pocos vídeos retratan mejor los factores que tienen que tener en cuenta los robots antes de llevar a cabo una acción como este de Gemini Robotics, de Google. Tienen que procesar lo que ven, lo que tocan, lo que escuchan y resolver problemas en cuestión de milisegundos. Microsoft trabaja en algo parecido. Lograr una tecnología que sea capaz de todo eso me parece acojonante.
Ojalá hagan un perrete robot Sony Aibo de verdad avanzado. Sería ver mi sueño techie de la infancia cumplido.
Esto tiene poco que ver, pero ya que hemos hablado de Isaac Asimov: no he leído sus libros de ciencia ficción, pero sí algunos de su serie sobre Historia universal. Los de Roma y Grecia son espectaculares.
El semáforo
🟢 ChatGPT anunció este 1 de abril una nueva voz para su interfaz que suena como la típica adolescente que está hasta el coño de todo. Y eso está muy bien.
🟠 La marca H&M anunció la semana pasada que hará «gemelos digitales» de 30 de sus modelos «con la intención de usarlos en publicaciones de redes sociales e imágenes de marketing» siempre y cuando las modelos den su permiso. Hace poco eran avatares completamente virtuales que servían de influencers de moda en redes sociales, pero ahora hablamos de copias digitales tal y como hemos ido viendo estos últimos años en el cine. ¿A favor o en contra?
🔴 Las cuatro películas de The Beatles que prepara el cineasta Sam Mendes no llegarán a los cines hasta 2028 y eso es una puta mierda de noticia. La buena noticia, si no te has enterado ya, es que Paul Mescal interpretará a Paul McCartney; Harris Dickinson, a John Lennon; Joseph Quinn, a George Harrison; y Barry Keoghan, a Ringo Starr.
Nuevo WATIF live! en Madrid
Sin tiempo para que te recuperes de la velada con la inimitable Inés Hernand, volvemos a convocarte a un nuevo evento WATIF live! Solo seremos 50 personas. ¿Nuestro evento más exclusivo? Preferimos decir: más coqueto.
Date prisa, que la última vez agotamos entradas en las primeras 24 horas. Tic, tac.
¿Cuándo? El 10 de abril a las 19:00 h.
¿Dónde? En el Bar Picnic, en Madrid.
¿Cómo? Reserva tu entrada AQUÍ.
¿Una pista? Los que vengan vestidos más cool tendrán premio.
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🤝 Hasta la próxima,
Muy curioso, pero si toda esta industria se basa en el procesamiento de datos personales, y dada la casi nula (siendo ingenuos) de no procesar ni proteger datos personales por parte de los gigantes tecnológicos que pueden llevar adelante estas tecnologías, cómo podría ser "Robotina" de los Supersónicos un "empleado" nuestro y no otra forma de renunciar a nuestra intimidad y privacidad? Es la misma duda que me agarra siempre con la internet de las cosas y las casas inteligentes.